Yo quería hacer una historia de terror porque me gusta y porque es un
género muy complicado de llevar a las viñetas. El terror muchas veces se
basa en el golpe, y en cómic el golpe es muy complicado porque el
lector siempre hace trampas. Cuando abre el cómic, el ojo hace una
visión general de la doble página. Una vez que la ha hecho, pasa a la
primera y hace una visión general de ella. Y entonces empieza con la
primera viñeta y la lee. Es la gran libertad del cómic, pero para
algunas cosas es un problema porque el lector es tramposo y sabe qué va a
pasar después. Aun así, yo quería hacerlo. Y también quería situarla en
el contexto del mundo del arte, donde impera esa ética de que en el
arte todo está permitido.
Entrevista de Álvaro Corazón Rural en Jot Down.
El blog de las citas en el el mundo del comic. Comentarios de los profesionales acerca de su arte, sus personajes, la industria y... otros profesionales.
viernes, 14 de agosto de 2015
lunes, 3 de agosto de 2015
Gabriel Rodríguez
"Para mí el cómic es literatura 100 por ciento. Es
literatura que se cuenta con otras herramientas de lenguaje. El rol de
guionista es construir el argumento y escribir los diálogos y el rol del
dibujante es construir la prosa de la historia", dice, y agrega: "La
condición literaria indiscutible del cómic pasa porque su fin último es
construir un mundo y contar una historia en él. Independiente de que
sean puras letras o combinaciones de letras y gráfica, lo que construye
eso es un relato literario".
(Entrevistado por Roberto Careaga en Economía y Negocios de El Mercurio)
(Entrevistado por Roberto Careaga en Economía y Negocios de El Mercurio)
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