lunes, 31 de diciembre de 2007

John Romita

Si el que dibuja con lápiz cobra 50 dólares por página terminada y 30 por boceto, hay una diferencia de 20 dólares que puede transferirse al que pasa en tinta. Veamos un dibujante como JOE SINNOTT, por ejemplo.

Gana bastante, pero tiene que trabajar muchísimo en el boceto en bruto que le dan. Puede decirse que realmente se gana lo que cobra cuando termina un boceto muy esquemático. Y eso, por cierto, es un talento totalmente distinto. Si eres un embellecedor como JOE SINNOTT (es dibujante con lápiz, delineante y un técnico estupendo), los dibujos quedan magníficos cuando están acabados... Tienes que trabajar de firme en cambio de lo que cobra y posee un talento realmente magnífico. Otros no son capaces de terminar su propio trabajo. Sólo quieren dibujarlo con lápiz y sacárselo de encima. Otros quieren realmente terminar su propio trabajo, pero no pueden permitirse semejante lujo. Hay tantas variaciones. Si coges cien dibujantes de comic-books, encontrarás cien disposiciones distintas. Muy de vez en cuando se encuentra una pauta estándar.

Los premios son otra cosa, pero hay personas en las que nunca se fijan porque no se dan cuenta de algunas de las premisas importantes de la industria o del arte. En realidad, la verdad del asunto es que si reúnes a todos los auténticos "fans", puede que haya unos cinco mil. La mayoría de las personas que compran comicbooks ni siquiera saben que los ha hecho un dibujante. Se figuran que es algún proceso misterioso. Y estas personas son las que compran el grueso de los comics. Por esto creo que dibujar para unos cuantos miles de "fans" es una equivocación porque recibirás su adulación y su apoyo, pero no venderás muchas revistas. Ya sabes, algunas de las mejores revistas que se producen no siguen publicándose porque no llegan a un número de adictos lo bastante alto como para que puedan seguir publicándose.

(1978)
(Extractado de Historia de los Comics de Editorial Toutain)

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