jueves, 6 de diciembre de 2007

Hugo Pratt

La historieta es otra cosa

Yo creo que la historieta es otra cosa. Distinta de la literatura, de la plástica, del cine. En el día de hoy podemos decir que es otra cosa, pero desde siempre lo ha sido. Hoy lo es oficialmente, pero es otra cosa desde que nació. Y el YELLOW KID de Outcault ya es historieta porque dentro de la gran ilustración describía una acción, cada personaje que aparecía estaba haciendo una acción propia. Uno miraba el tabloide que Outcault hacía y encontraba una acción encadenada a un personaje, que decía algo con el globo escrito sobre la panza. Y decía cosas. Era una denuncia sobre la primera inmigración judeoirlandesa que había llegado a Estados Unidos, chistes sobre los primeros alemanes... Era ya historieta en cierto sentido. Pero si buscamos la historieta como asunto de dinamicidad, hay que ir más lejos. No mucho. Porque con el pretexto de hacer algo infantil había tipos que por detrás decían cosas muy importantes. Por ejemplo si pensamos en Windsor McCay, el de LITTLE NEMO. Yo pienso que McCay no ha sido superado. Y ya estamos hablando de norteamericanos de enorme importancia.

Porque la historieta es un producto básicamente norteamericano. Siempre lo dije. Se habla desde los jeroglíficos o desde la pintura rupestre de Altamira o de la tapicería... Nada tiene que ver con la historieta. Todo el mundo, cuando quiere encontrarle la base a la historieta se va siempre a las cosas míticas, clásicas. Y todo eso no tiene nada que ver. La historieta es americana, norteamericana. Ellos hicieron la tira, el tabloide, todas las maneras.
(1978)

(Extractado del libro "Buscados Vivos" de Juan Sasturain, Astralib, 2004)

1 comentario:

Manuel Martínez dijo...

No estoy de acuerdo con el maestro Pratt. Norteamérica, como crisol de culturas que es, supo aglutinar lo que ya había y sentar las bases del medio, aunque lo más importante si que fué la difusión a nivel popular desde los grandes diarios. Yo no dejaría de lado esos geroglíficos y esas pinturas rupestres que menta el maestro, como antecedentes de la historieta. Además pienso que hay pocas cosas "genuinamente norteamericanas", todos los inventos tienen muchos intentos anteriores y se lleva el premio el que sabe rematar el producto final, en este caso el cómic.