miércoles, 13 de febrero de 2008

Alex Toth

Me gustaría trabajar para editores europeos, someterles mis propios personajes, mis propias historias, porque puede conservarse el copyright y, eventualmente, aprovecharse del éxito de la serie, al contrario de la política de los editores americanos, que emasculan y reducen las ideas nuevas que, por otra parte, necesitan.

En este momento de mi vida como artista/escritor/narrador, la fórmula de los comics exige gran cantidad de energía y ofrece muy poco en compensación.

Me entristezco y me deprimo cuando pienso en el enorme volumen de material de baja calidad que tenemos aquí y cada vez trabajo peor con estos márgenes estrechos. Mis trabajos para el cine, la televisión, la ilustración, la pintura, el diseño, la publicidad y la escritura, ofrecen más interés, son más excitantes y están mejor recompensados... y me han ayudado a hacerme un nombre en otros terrenos.

Cada año trabajo menos para los editores de comics: la baja calidad de sus productos no es excesivamente estimulante.

Publicamos demasiados desechos, sacrificando el valor al producto. No encuentro ningún tipo de justificación al hecho de que se produzcan más comics mediocres, cada mes, a causa de esta estúpida y sempiterna guerra de ventas en la que sólo una parte de los libros publicados logran venderse, mientras que se pierde otra batalla, la de la distribución, ya que cada año se venden comics en menos lugares.

Y, sin embargo, existen suficientes talentos para llevar a cabo un trabajo superior, si se les da tiempo y se les paga lo suficiente. Debemos volver al principio si realmente queremos cambiar la situación, es decir, al nivel del concepto. Hacer lo que podamos pensando en nuevos formatos, en nuevos títulos, nuevos personajes, nuevas historias, en un perfeccionamiento en el arte de narrar, del color, de la impresión..., ¡desde el principio! Y es necesario que se lleve a cabo a gran escala. No se trata de simples remiendos, sino de cambios radicales, cortando hasta el hueso.

(1976)
(Extractado de Historia de los Comics de editorial Toutain)




Humberto Ramos

Yo nunca he sentido que hago arte. Yo creo que la palabra artista se ha abaratado. Sí creo que el cómic es el noveno arte, pero no creo que todos los que hacemos cómics seamos artistas. Creo que hay un 97% de dibujantes y un 3% de artistas. En Estados Unidos todos somos artistas, el título es “artist”, pero es como los actores de telenovelas o series o películas. ¿Todos son artistas? No, en realidad todos son actores y actrices. Yo entiendo como artista llevas tu trabajo a un nivel excelso, mucho más que lo bueno, que lo excelente. Un poco más allá. Y no creo que todos los dibujantes lleguemos a ese punto. Probablemente muchos lo crean, aunque no lo sean, pero eso ya es una cosa personal. En mi caso es así. Yo nunca he tenido ese conflicto en mi cabeza porque nunca he sentido que soy un artista. Sé que soy bueno en mi trabajo, y sé que lo soy porque he tenido una carrera de muchos años que me ha llevado siempre hacia delante. A lo mejor no muy hacia adelante, pero siempre hacia adelante. Tampoco es que quiera darte una imagen de falsa modestia, pero sí creo que hay un trecho entre una cosa y la otra.
(Extractado de una entrevista en el blog "Culpable y Perdedor" http://www.culpableyperdedor.com)

Manuel Gutiérrez

¿Qué opinás del mercado del comic actual?

Bueno, no me he puesto a pensar en eso, no es mi trabajo. Sí me hago preguntas, como todos, y hago también algunas observaciones, que no se si aplican al comic en general, porque cada mercado tiene sus condiciones y particularidades, y al ritmo en que se mueve el mundo, éstas deben ir cambiando constantemente.

Habría que ver a que mercado especifico te refieres, y si es que yo tengo conocimientos de éste. Ahora, en USA, están entrando muy fuertemente los mangas japoneses y están copando el mercado, lo cual es muy entendible el punto de vista del lector. Tienen comics de todos los géneros y para todas las edades, no tienen tabúes, tienen muchísimas páginas más que un comic book americano tradicional, son más baratos que estos y en muchos casos son más evolucionados, y no me refiero a la tecnología usada para realizarlos. Por otro lado, los consigues en cualquier lado, incluyendo los puestos de diarios, y su imagen esta asociada con la modernidad. Es “cool” leer un manga. Y ha captado públicos que el comic olvidó, o ignoró, o ni pensó que podían tener. El cómic americano se especializó tanto en un solo género, que para conseguirlos debes ir a un Comics Store. Y sus lectores, están asociados a lo "nerd". Es así, por más Watchmen que exista.

Claro que también tienes las editoriales independientes que producen comics de muchísima calidad y también van ocupando otros espacios y modos de venta alternativos, muchas con éxito. Me pareció muy... digamos incomprensible, como las grandes editoriales tratan de competir con el manga haciendo lo mismo de siempre y solo cambiando la estética y el dibujo, un híbrido entre el dibujo japonés y el americano, en lugar de darse cuenta que la diferencia pasa mayormente por el contenido. Pero sus razones tendrán, también es cierto que el negocio de éstas editoriales pasa por el licenciamiento de sus marcas para la explotación en distintos medios más que por la publicación de comic books. Creo que hay que aprender muchísimo de los japoneses. Son los verdaderos reyes del cómic, mucho mas allá de que te gusten o no los ojos grandes.

Por otro lado, se va perdiendo la costumbre de leer comics, y me incluyo. Me parece que, por un lado, estamos sobresaturados de imágenes todos los días mediante la TV e Internet Sabemos un poco de mucho, y tenemos la sensación de haberlo visto todo. Supongamos que tienes 10 dólares, y te gusta Spiderman. ¿Que hacés: Comprás un comic de Spiderman, que quizás sea una mala historia, o tenga un mal dibujo, o no termine siendo de tu interés; o decides ser Spiderman? Con una playstation o una PC puedes cargar el juego y ser Spiderman todo el tiempo que quieras, y es mucho más divertido y entretenido, que de eso se trata todo esto. Contra eso compite el cómic, no puede tirarse a menos, ni pensarse como un género menor. Creo que debe asumirse como medio con características propias y largarse a producir contenidos de todo tipo.

Es decir, si existe un público que es fanático del ajedrez, ¿Por qué no hacer comics para ellos? ¿Por qué no hacer cómica sobre gastronomía? Quizás pueda publicarlos Utilísima... ¿Cómics sobre fútbol? El mundo esta acostumbrado a que le den mucho, de calidad, y por poco. Los cómics a veces se quedan un poco atrás en este aspecto, en lugar de aprovechar sus características propias, trata de emular otros medios, y no encuentras nada nuevo allí; sigues viendo estereotipos, historias trilladas o una repetición de dibujos ya vistos. Es muy raro ver en un comic mainstream búsqueda, experimentación, o nuevas formas de trabajar con el lenguaje único del cómic.

El comic debería estar un paso adelante, no necesitas cientos de millones de dólares para plasmar, pongamos un ejemplo fácil, una batalla interplanetaria, sobre el papel. El límite es tu imaginación, y tu capacidad de resolución de la imagen buscada para comunicar esa idea. Y claro, el deadline, la frecuencia de publicación. En eso me parece bien el comic francés: un álbum por año, y bien hecho. No está mal una película por año para un estudio. Aunque la cantidad de páginas determinada también puede ser una limitación. En eso me gusta el comic japonés, no tienen limite de páginas (me refiero a que no está acotado en estándares de 22, 48, 64, etc) y permite explayarte todo lo que tu creas necesario. Si te parece que una secuencia necesita durar 20 páginas, lo hacés. La frecuencia de publicación hace a como si fuera televisión, todos los dias, tu personaje favorito en tu revista preferida.

Pero claro, el sistema de producción japaponés es distinto.Funcionan como un estudio de animación, con un director y distintas personas a cargo de cada parte del proceso, lo más parecido a un equipo de boxes de formula uno. Lo cual no me parece mal, me parece admirable; algo que en Francia, y quizás Argentina, seria impensable porque los historietistas se forman viéndose más a si mismos como autores y artistas, y no como trabajadores de una industria. Bueno, en realidad aquí no hay formación, cada uno se hace a si mismo como puede. Estas son algunas de mis apreciaciones hoy. Quizás mañaana sean otras.

(extractado de una entrevista de Walter Vazquez para “El Historietista”, Agosto, 2004)